viernes, octubre 28, 2005

Llegar a tí

Descubrí el amor cuando encontré la letra; Y comprendí -después de llorar tu párrafo- que la emoción que describías sentir, era capás de conmover mi cinismo.
Quise abrazarte, pero los cables me taparon la pantalla...
Entonces lloré porque comencé a extrañarte. Y escribí...
esperando que encontraras amor en mi letra.

Me traigo la noche

LLego de la noche y siento la oscuridad en mi. Una oscuridad exquisita, llena de ligustrinas y pasto, rasguños en mi espalda y raspaduras en las rodillas.
Encontrar un cuerpo en medio de la noche -completamente a oscuras- y rodeada de calles, convierte el placer en un éxtasis omnipotente, que hace olvidar cualquier otro deseo de bípedo insignificante. Soy el Prometeo postmoderno.
Encendí el fuego en cada esquina, succionando pedazos de miel que luego bajaron por mi cuello para ser lamidos por la lengua aspera, dura y tierna, de un acompañante fielmente amaestrado para la ocación.
Bajamos por cada pequeña calle buscando refugios, dejando una huella trémula, turnia, humeda y jadeante; logrando que cada perro aullara coreando la calentura animal que nos absorvía.
El sonido penetrante logró despertar a cada ser de la ciudad, en cual -uno a uno- fue prendiendo luces...Tantas...
que hicieron llegar el amanecer antes de tiempo. Y yo, llego de la noche, trayéndomela conmigo. Oscuridad en mi orgasmo de ficción.
No eras tras los jadeos.

jueves, octubre 27, 2005

Abstinencia de Pasado

Mis memorias, a veces pienso, son inmemorables. Arrebatan un presente tangible inyectándome una sensación tan intensa de imágenes que parecen reales y me sumen en una felicidad tan efímera, que al despertar, sufro de abstinencia de pasado.
Y transcurre el día entre diversas actividades mundanas, papeles y conversas semi sexuales que me causan mucha gracia. En ello, el sonido anti melódico de la modernidad -que a ratos odio un poco- me baja a un estado de irreverencia estúpido al notar que debo afrontar una discusión. No quiero hablarle. No le hablo. El orgullo y mis ganas de aislarme para tener una excusa para odiarlos (a ratos), no me lo permite.
No hablo a quienes puedo hablar y están dispuestos a escucharme. A su vez, espero que me escuchen aquellos que jamás me han preguntado: "¿cómo estás?"
Camino, tomo una micro odiosamente llena, sigue sonando la música moderna -ya infernal- y cuando entro a mi casa, veo su recuerdo en cada lugar. Recuerdos que no quiero que vuelvan, no quiero que existan, no quiero me hagan feliz, triste o estúpida.

Caigo rendida a orillas de mi río y mi cabeza, acogida entre mis manos, retumba con un solo sonido:
Sufres la abstinencia del pasado.

martes, octubre 25, 2005

Pasares

Me es extraño estar sumergida en tanta melodía y tan vulnerable.
Descubrí que las cosas no me pasan "A MI", éstas, solo pasan.
Hay una gran diferencia en ello. Algo que no siempre tengo claro.
Ha de ser el ego.

viernes, octubre 21, 2005

De caza

Esta noche, dejaré derramar mi cuerpo por la ciudad. Quiero conquistar cuantos montes se crucen en mi camino, sentir que libero mi instinto asesino y animal.
Hacer honor a mi capacidad humana de disfrutar de la lujuria de forma conciente sin pensar en el arrepentimiento del día siguiente.
Adornaré mi cabello con sensuales ondas de oro y dejaré entre ver un escote que resalte lo poco que tengo sobre el ombligo y bajo el cuello.
Miraré desafiante a quien me mire con deseo y me acercaré de forma inquisidora a la presa en cuestión.
Abriré el rio que cada mujer lleve dentro, para ahogar esta ciudad tan seca de sexualidad.
Siempre con la esperanza, de encontrarla a ella en esta jungla de la perdición.

Amando lo que fui

En mi soledad, salí a buscar respuestas. Esas que nunca llegan pero que se pasan la vida entreteniendome. Pese a que lo importante no es la respuesta, sino, la intención de la pregunta, he llegado a concluir.
Escucho India Arie, Im ready for love...tomo café y me autocompadezco sabiendo que la posición es ridícula. He dejado que comience a llover en mi habitación. En este espacio de cuatro paredes, soy Dios.
Sale el sol cuando quiero, llueve y arrasan las tormentas con un pestañeo. Hago fiestas, me riden honores juglares y poetas mientras miles de vasallos sonrien a mi paso y me tiran piedras por la espalda.
Y en mi soledad, en mi escapatoria y búsqueda a la vez, volví nuevamente a ella. Pero no es a ella a quien quiero, es el recuerdo de lo que fue, lo que fuimos:
lo que logré ser cuando estuvo a mi lado.
Ready For Love (India Arie)
I am ready for love
Why are you hiding from me
I'd quickly give my freedom
To be held in your captivity
I am ready for love
All of the joy and the pain
And all the time that it takes
Just to stay in your good grace
Lately I've been thinking
Maybe you're not ready for me
Maybe you think I need to learn maturity
They say watch what you ask for
Cause you might receive
But if you ask me tomorrow
I'll say the same thing
I am ready for love
Would you please lend me your ear?
I promise I won't complain
I just need you to acknowledge I am here
If you give me half a chance
I'll prove this to you
I will be patient, kind, faithful and true
To a man who loves music A man who loves art
Respect's the spirit world
And thinks with his heart
I am ready for love
If you'll take me in your hands
I will learn what you teach
And do the best that I can
I am ready for loveHere with an offering of My voice
My Eyes
My soul
My mind
Tell me what is enough
To prove I am ready for love
I am ready

miércoles, octubre 19, 2005

Abandono

Al final, todos me abandonan.
No entiendo cómo la gente se olvida tan fácil de sus palabras, como si los hubieran obligado a pronuncialras. ¡Jamás fue así!

Yo no he abandonado a nadie.
Ella dice que la abandoné, pero es la única a la vez que sabe que no es cierto.
Toda nuestra intensidad, nuestras palabras. La complicidad que la música pudo decir cuando las palabras sobraron. Los años que han pasado con lágrimas, pasiencia, lejanía, viajes y encuentros.

Son años.

Y aunque no la dejo entrar nuevamente en mi vida, es la única que verdaderamente vive en ella.
Todo el resto, me abandonó.

Requiem Nº 2

Cuando la ví, decidí que iba a amarla. Más cuando la amé sólo quería matarla.
Poseerla, estrujarla, acariciarla y azotarla. Escudriñar con cada caricia las palabras que solas escapan de su boca, arrojaron el misterio que me había cautivado la primera vez que la había visto.
Y el encanto, una vez descubierto su misterio, pierde la magia.
Hay que desecharlo.

Y la maté.

He de confesar que con cada muerte que he dado, un poco de mi se ha marchitado.
Los recuerdos son un peso extraño de la fantasía. Una carga utópica de imágenes melancólicas que frenan acciones o generan otras tantas sin un sentido claro de acción.
Al matar su amor, maté nuestros recuerdos futuros y comencé a extrañar lo que jamás tuvimos pero durante mucho juré sería nuestro.

Experimenté el dolor. Aún así sabiendo, que ese dolor valía la pena.
Le hice honor a la frase cliché tan aborrecida:
"No extender una agonía".

Antes de llegar a casa, toqué una puerta. Puerta que no era mía.
No era de ella.
A penas se abrió, supe que otra historia se abría en mi vida.

lunes, octubre 17, 2005

Comenzar


Quiero aclarar mi título, no quiero que hayan malos entendidos. O entendidos de mala manera.
No es que me sienta incomprendida como mujer.
No es algo de género, contra género, de género, etc.
No súper qué título poner. Sólo eso, para que quedemos claros.
Y "en extinción", porque cada día que pasa, algo nuevo queda en mí...
y algo desaparece, se extingue.
No es dramático, no es heroico. Sólo es.

Si hay algo bueno, es haber salido de casa. Haberlo logrado. Si hay algo que se me hace difícil es eso: salir. Una vez fuera, el mundo fluye y pasa junto a mí y yo paso junto a él.
Y después lo complejo, muchas veces, puede ser volver a meterme en mi agujero.
Ahora voy en búsqueda de mi mujer.

Primer Post!!