jueves, marzo 30, 2006

Así serían los días que no dejaste que fueran...

Cómodos como la noche y fluidos como el río, caminatas eternas por las mismas calles que hemos recorrido. Un nuevo perro en el barrio que actuaría de candidato para el tuyo y peleas entremedio por la compra de los cigarros.
Almuerzos en la sala de tu casa, alegatos graciosos sobre el pedazo de bistec más grande. Un robo de papas fritas cuando alguna no esté mirando e intercambio de ensaladas cuando el plato es dispar con el otro.
Discusiones automovilísticas por mi comodidad de dejarme querer y mi duda en si hice mal o hice bien. Conciertos por bellavista, kenedy y La Reina, adictas a la melodía que presume ser soundtrack nuestra historia.
Comentaríamos a cada personaje que se cruzara en nuestro camino e inventariamos su historia con drmatismo o sarcasmo según la ocasión. Cómplices de miradas y risas que bastarian para definir la situación.
No estarías tan arreglada, compartirías mi gusto por la comodidad de zapatillas y polerón, mientras yo, presa de tu afición, terminaría siendo una cientísta del Reality show.
No estaría caminando sola por Santiago ni tu buscando un nuevo aliado para uzurpar su misión...
Estariamos ensimismadas en una fantasía que llamábamos relación...
Y quizás era bueno. Quizás no.
Lo cierto es que los días pasan y yo cada vez soy mejor, probablemente no hay error en tu falta, sino tino en tu motivación.
De todas formas, gracias, estos son los días que me gustan. Esos que pasan llenos de cosas que no tengo con quien hablar, esos que despiertan mi intimidad. Esos que me dan sueños por los cuales despertar. Los que me hacen extrañar lo simple que era dejar que pase todo lo demás... espectadoras de la realidad.
Un día más que dejaste pasar.
Para mi, una nueva oportunidad.

martes, marzo 07, 2006

La muerta es un Zombie

El muerto, cuando no lo llaman, a veces vuelve.
Después de llorar un funeral, confiar en que todo pasará, "la difunta" se rearma de sus propias cenizas para comenzar viajes que rondan mi vida. No fui yo quien le pidió que se fuera, pero a su juicio de Zombie, quien no luchó por salvar el amor que en esos momentos solo yo sentía, fui yo.
¿Cómo, digo yo, se puede luchar cuando mirandote a los ojos te dicen "encontré al amor de mi vida"? Eso, después de sies años donde supuestamente era yo quien cumplía ese rol.
Y amarrandome los dedos, mutilándome las manos y comiendome las uñas, no he respondido a ninguna de sus llamadas desde el más allá. ¿Para qué?
Reaviva el dolor, aliña las heridas que aún no cicatrizan y lo que es peor, tampoco es por reconquista. Y aunque tengo claro que no volvería, duele saber que quiere tenerla a ella y aún así saber de mi.
Y yo, convertida en exorsista, saco día a día los demonios que me quieren llevar a las profundidades de la muerte. Porque aunque siga doliendo, el muerto muerto está y yo lograré cobrar la herencia que la vida me tiene deparada.
Que en Paz Descance.